La cerveza es una bebida que tiene una historia que data desde hace muchísimos siglos, y a través del tiempo, la receta bajo la que se hace ha cambiado poco a poco, y si bien desde el año 1516 en el que se declaró la Ley de la Pureza Alemana, los ingredientes esenciales para hacerla han sido cuatro, alrededor del mundo se le han agregado varios que parecen inusuales.

Basta con viajar a México y probar la cerveza Gose de la Cervecería Cru-Cru, una cerveza de estilo alemán, pero con un toque muy regional: chapulines y sal de gusano.

La cerveza es una ale de alta fermentación, tiene tonalidades ácidas debido al uso de bacterias lácticas, y un sabor salado que se le agrega a propósito.

De acuerdo a Luis Enrique de la Reguera, el fundador de la cervecería, la idea de hacer una cerveza así de peculiar, nació de la inquietud por querer explorar su lado mexicano, y tras pensar mucho, se les ocurrió que no sería mala idea utilizar a los chapulines como ingrediente. En el momento, no sabían qué estilo podría beneficiarse de estos, pero al descubrir el estilo Gose, se dieron cuenta que estos insectos podían beneficiar el sabor de la cerveza.

Así nació una de las cervezas más famosas de Cru-Cru; una que hace honor al nombre de la cervecería, ya que proviene de la onomatopeya del sonido que hacen los chapulines.