México es el cuarto mayor productor de cerveza en el mundo, sólo por debajo de Estados Unidos, China y Brasil, por eso no es coincidencia que dos de las compañías cerveceras más grandes tengan una presencia importante en el país, tanto en su producción, así como en la exportación de insumos.

Heineken, la empresa de origen holandés se fusionó con Cuauhtémoc-Moctezuma en 2010, y desde entonces, la compra de materias primas, principalmente cebada, alcanza las 120 mil toneladas al año.

Tan sólo en el Estado de Guanajuato, colaboran 1,500 agricultores para la cosecha de la cebada, lo que equivale a un poco más de 20 mil hectáreas. Esto lo convierte en uno de los principales proveedores.

La compañía solía tener una mayor participación en los estados del altiplano, pero la carencia de agua, hizo que la producción se volviera irregular, ya que dependen mucho de la temporada de lluvias para su producción. Este no es el caso en Guanajuato.

La malta solía ser un producto que la cervecera adquiría a través de una empresa llamada Impulsora Agrícola, pero cuando cerró se empezaron a acercar a los agricultores. Uno de los principales objetivos de Heineken en México, es que las cervezas lleven 100% grano hecho en el país.