La fabricación de cerveza es, en esencia, un proceso natural. El arte y la ciencia se han unido para convertir ciertos productos naturales en una bebida pura, refrescante y nutritiva. Pese a que se han realizado importantes avances en las técnicas de su producción, la cerveza se sigue confeccionando con los mismos productos naturales y de la misma forma tradicional de siempre.

Producción:
La cebada malteada es la materia prima por excelencia utilizada para la elaboración de la cerveza. La cebada, tal y como se cosecha, no es la adecuada para la producción cervecera. Esta debe someterse a un proceso de transformación en cebada malteada llamado malteo,  para aportar sus bondadosas cualidades que contribuyen en gran parte al aroma, sabor, cuerpo y color del producto.

1. La cebada malteada es triturada en molinos de rodillos especiales, para facilitar la extracción de sus componentes solubles, lo que permite el trabajo de las enzimas sobre los almidones y proteínas, para dar origen al mosto.

3. En la paila de maceración, se mezcla la cebada malteada molida con el agua, formando una suspensión espesa. Bajo constante agitación y a temperaturas entre 50 y 75 grados centígrados, las proteínas de la cebada malteada son convertidas en aminoácidos. El almidón de la cebada malteada es transformado por las reacciones de las enzimas en azúcares fermentables. Es aquí cuando se obtienen las vitaminas y minerales.

4. En la cuba de filtración es separado el líquido denominado mosto, de la fracción insoluble conocida como afrecho. Este proceso tiene una duración aproximada de 3 horas.

5. El mosto es llevado al punto de ebullición para luego agregarle el extracto de lúpulo, que le impartirá el amargo sabor y aroma característico a la cerveza. Este proceso dura aproximadamente una hora y media.

6. El mosto es sometido a la clarificación a través de un movimiento de fuerzas centrífugas, en donde se separa el líquido de los sedimentos y partículas insolubles, como residuos de lúpulo y complejos proteínicos, no deseados en el producto terminado.

7. Los sedimentos y partículas insolubles son clarificados para recuperar el mosto que queda todavía mezclado. Este mosto es enfriado a 10 grados centígrados, aproximadamente, con el fin de obtener las condiciones ideales para que la levadura, que se agrega a la salida del enfriador junto con el aire estéril, efectúe la fermentación.

8. La fermentación se lleva a cabo en tanques cilindro-cónicos de acero inoxidable. Durante la fermentación, cuya duración normal es de una semana, la levadura transforma los azúcares del mosto en alcohol etílico, gas carbónico y un gran número de compuestos aromáticos adicionales, proporcionándole el carácter típico a la cerveza.

9. Una vez concluida la fermentación, se inicia el proceso de maduración y ya no se habla de mosto, sino de cerveza joven o verde. Este proceso es realizado a temperaturas desde 0° hasta -1° grado centígrado durante dos semanas aproximadamente, y favorece la precipitación de sustancias insolubles y la sedimentación de levadura aún en suspensión. Además, esta cerveza joven, se madura alcanzando el agradable y balanceado aroma, y el noble sabor característico de una cerveza de óptima calidad. A pesar de que durante el proceso de maduración se ha producido una clarificación natural, la cerveza todavía no está lo suficientemente brillante y necesita ser filtrada.

10. En los filtros se clarifica la cerveza, eliminando las últimas células de levadura y partículas mínimas de proteínas precipitadas, dando a la cerveza su brillo y estabilidad físico-química. El gas carbónico, producido durante la fermentación y extraído para su purificación, es reinyectado a la cerveza a su salida de la filtración. El gas carbónico da frescura a la cerveza, la hace apetecible y promueve la formación de espuma.

Concluye así la elaboración de la cerveza. Este extraordinario producto está listo para ser envasado y trasladado a las manos del consumidor, cuyo disfrute es el único motivo para fabricarlo cada día mejor.