Quizá pienses que la cerveza sin alcohol es una locura, pero lo mismo le dicen una y otra vez a quienes quieren crear o beber una cerveza sin alcohol.

Y aunque sigue siendo un producto para un nicho muy específico, investigaciones recientes de Euromonitor Internacional indican que su consumo va en aumento.

El consumo mundial de cerveza tradicional cayó en 2015 y 2016. Pero el mercado de la cerveza sin alcohol creció 5% en 2016, de acuerdo con la firma de investigación.

Anheuser-Busch InBev, que lanzó versiones no alcohólicas de Budweiser y Corona en 2016, predice que la cerveza baja en alcohol o libre de alcohol constituirá un asombroso 20% de su volumen de producción para 2025.

La situación en Latinoamérica no es distinta, en Chile, por ejemplo, el consumo de la cerveza sin alcohol creció del 2011 al 2016 en 750%, es decir, pasó de 600 mil litros a 5.1 millones de litros y se predice que, en 2021 alcanzará los 8.7 millones de litros.

Entre los beneficios de tomar cerveza sin alcohol están su bajo contenido calórico, sus antioxidantes, y su contribución al “colesterol bueno”, un preventivo de la formación de depósitos de grasa en las arterias.