No lo decimos nosotros, lo dice un estudio de la Universidad de Erlangen-Núremberg, en Alemania.

Según estos expertos, la cerveza tiene un alcaloide que activa el centro de recompensa del cerebro de una manera similar a la dopamina, este alcaloide se encuentra en la malta y se llama hordenina. La combinación de este alcaloide y el alcohol es probablemente la causa del hecho de que la cerveza haga que la gente se sienta bien, de acuerdo con la investigadora Monika Pischetsrieder. El salsolinol, que se encuentra en el chocolate, tiene el mismo efecto que la hordenina, añadió.

Y aunque las pruebas continúan, en un comunicado dado a conocer recientemente, los investigadores adelantaron que los resultados que han obtenido hasta ahora arrojan que la hordenina contribuye a impulsar el ánimo del consumidor de cerveza. Por supuesto, esto siempre en dosis moderadas.